Steven Medina's Reviews > Los miserables

Simplemente maravilloso.

He tardado más de tres meses en realizar esta reseña. Desde que finalicé la lectura en marzo, estoy escribiendo distintos borradores para intentar expresar todo lo que sentí leyendo esta obra maestra. El problema, es que en mi cabeza tengo tantos pensamientos y reflexiones relacionados a este libro, que contarlos todos se ha convertido en un trabajo muy complicado. Les confieso, que la frustración por no estar satisfecho por lo que estaba escribiendo, casi me lleva a cancelar la realización de esta reseña. Sin embargo, lo he logrado y por ello la siguiente reseña es el resultado de mi sexto intento.

Mi relación con Los Miserables inició mal. En el año 2019 fue el culpable de un bloqueo lector que tuve por varios meses. En ese tiempo, creí que estaba preparado para leer esta historia y con mucha confianza lo intenté, pero 150 páginas después, aunque me estaba gustando no pude soportar el estilo de narración de Victor Hugo, donde sus descripciones fueron muy extensas. Fue agotador, complicado y me desconcentraba muy seguido con algunos capítulos que parecían eternos. Estaba acostumbrado a leer historias sencillas, por lo que mi primer contacto con Los Miserables me dejo muy frustrado, sin confianza, con miedo a leer un texto extenso y con una renuncia como evidencia absoluta de mi derrota.

Con el transcurso de los meses, recuperé mi confianza y disciplina, al leer ejemplares como Apocalipsis de Stephen King o la saga completa de Harry Potter. Fue un tiempo tranquilo y sin turbulencias. Sin embargo, cuando el fin de año se acercó, misteriosamente el título de este libro me perseguía por todas partes: En Youtube, Facebook, y aquí mismo en Goodreads, todos los días veía algo que me recordaba esa deuda pendiente que tenía con este libro. Entonces impulsado por las promesas decembrinas, respiré profundo y me prometí a mí mismo que sin importar lo que ocurriera, tenía que enfrentar el miedo a leer Los Miserables.

En enero comencé mi reto. Leyéndolo solo los fines de semana, tomando apuntes, investigando los contextos históricos que se presentaban y teniendo mucha paciencia, arranque esta aventura que me llevó tres meses finalizar. ¿Sufrí? Claro que sí. Nuevamente, en algunos tramos sentí lo mismo que en mi primer intento, con la diferencia de que no leerlo diariamente me permitía recobrar la energía necesaria para enfrentar las siguientes páginas. A este paso, lento pero seguro, logré comprender la forma como funcionaba este libro.

El funcionamiento consiste en que primero Victor Hugo nos relata con excesivos detalles el entorno. Pueden ser entre diez y setenta páginas, donde aparecerá infinidad de información relacionada a esa época. Desde nombres de nobles, costumbres, fechas festivas o sucesos del día a día, hasta explicarnos la historia de las alcantarillas, de un convento, de la batalla de Waterloo o la estructura de un barco. La mayor parte de esos detalles no hay necesidad de memorizarlos, porque cuando finalizamos esos capítulos, comprendemos que esos fragmentos están hechos para reforzar el contexto en el que se desarrollará la siguiente parte del libro y no para torturarnos. Sin embargo, no se los niego, en esas secciones se sufre mucho, pero vale la pena resistir ese calvario porque después los acontecimientos que ocurren son espectaculares. Una vez nos adaptamos a ese estilo de libro que es poco común en la actualidad, se irá de nuestros pensamientos la idea de renunciar.

Como he sufrido tanto con este libro, quiero ofrecer algunos consejos a aquellos lectores que aún no han leído esta obra o que han desistido en el intento, para que se animen a intentar conocer uno de los mejores libros de la literatura universal. Esos consejos son:

- No lo lean diariamente: Este libro no está hecho para acabarlo en un corto periodo de tiempo, por lo que intentarlo, provocará que se saturen de información y se cansaran inevitablemente. Es mejor leer Los Miserables alternándolo con otras obras más ligeras.

- Paciencia: Si creen que no la tienen es mejor que no lo lean, porque la necesitarán.

- Anotaciones: Es recomendable realizar anotaciones con nombres de los personajes u otros detalles, porque hay ocasiones donde se hace referencia a personajes que no nos acordaremos de 300 o 400 páginas leídas anteriormente.

- Investiguen sobre la historia de Francia: Victor Hugo da por hecho que conocemos los eventos históricos que nombra, por lo que quedaremos algo confundidos si desconocemos la historia de la Insurrección, de la monarquía, de la Batalla de Waterloo, entre otros. Si conocemos la historia previamente, esas páginas nos ayudarán a reflexionar sobre esos eventos ocurridos; en caso contrario, nos perderemos de esos mensajes de enseñanza.

- Léanlo a su propio ritmo: No importa si tardan tres meses, seis meses o un año. No se apresuren y usen el tiempo necesario. Cuando les falte poco para finalizarlo ya no querrán terminarlo, yo sé porque se los digo.

- Experiencia: Si no han leído nunca un libro extenso que se acerque o supere las mil páginas, no lo lean todavía. Primero ganen experiencia con otras obras y luego sí inténtenlo, de lo contrario no lo soportaran.

- Adaptación: Si lo que buscan es una obra que tenga un ritmo vertiginoso, este libro no es para ustedes. Los Miserables se desarrolla lentamente, por lo que si quieren realmente leer este libro, tendrán que adaptarse al ritmo que nos ofrece el autor.

Como pueden notar el reto no es sencillo, pero si lo enfrentas y superas las dificultades, encontrarás un libro del que te enamorarás por toda la vida. Leer Los Miserables ha sido una experiencia maravillosa. Nunca imaginé que un libro llegará a cautivarme tanto como ha ocurrido en esta ocasión, y eso se debe a que Victor Hugo tiene una habilidad impresionante para transmitir sentimientos profundos a sus lectores. En la mayor parte del libro, sentí como si él jugará con mis sentimientos. Es un hechizo extraño que sentimos con sus palabras. Me hizo llorar, como cuando nos desahogamos; me hizo sentir amor, como al estar enamorados; me hizo sentir ira, como al ver una injusticia; me hizo sentir tristeza, como al ver el estado miserable en el que se encuentra un ser; me hizo sentir impotencia, al no poder ayudar a esos personajes que estaban sufriendo tanto. Me hizo sentir de todo.

Pero, ¿por qué este libro nos produce tantos sentimientos? Eso se debe a la espectacular narración que Victor Hugo usa para hablar de temas como la pobreza, el matrimonio, la muerte, las rebeliones, las injusticias, las decisiones, la conciencia, los ladrones, el cambio de la maldad a la bondad, el amor, el sacrificio, etc. Usa una prosa tan dulce que en cualquier momento del libro, ya sea con una reflexión, por alguna frase o por una escena que sucede, nos deja sorprendidos, conmovidos y un estado de sensibilidad impresionante. Leer este libro no hace sino provocar agitamiento en nuestro corazón, así como interés en temas inesperados, como la etimología de las palabras o conocer sobre Napoleón.

Fue un viaje tan largo, pero tan enriquecedor que no lo cambiaría por nada. Siento tanta gratitud hacia Victor Hugo por crear este libro, que lo único que siento que puedo hacer para honrar su nombre, es incentivar a los demás a que lean por lo menos una vez en su vida esta obra literaria. Es imposible que sus corazones no se conmocionen ante escenas y palabras tan conmovedoras como las que nos presenta Victor Hugo. No se arrepentirán nunca de leerlo.

Tantos sentimientos y profundas reflexiones, Victor Hugo no las hace sentir contando la vida de Jean Valjean. Él es condenado a cinco años por robarse un pan para sus sobrinos que tenían hambre. Sin embargo, esa condena resultará siendo de diecinueve años por intentos de fuga. El problema, surge cuando al terminar su condena se encuentra una sociedad que lo rechaza por ser un preso, hasta el punto de no venderle comida o darle posada, a pesar de poseer dinero. Después, el obispo Myriel, mejor llamado monseñor Bienvenu, le cambiará la vida transformando todo ese odio que siente por amor; lo que provocará, que Jean recorra un viaje cruel pero hermoso en el que se cruzará con diferentes personajes que también tienen historias llenas de sufrimiento pero muy bien desarrolladas, tanto así que pueden ser de una persona real. Esos personajes serán importantes no solo en el desarrollo de la trama, sino para enseñarnos mucho sobre la vida. Los personajes se sienten tan reales que te acostumbras a ellos y a medida que avanzas quieres conocer más de ellos, quieres que sean felices, quieres que no vuelvan a sufrir más y quieres que quienes los persiguen o los odian, los dejen en paz y se alejen para siempre de ellos. Los personajes son perfectamente desarrollados. Entre esos personajes encontramos a Javert, Fantine, Cosette, Marius, Gavroche, los Thénardier, etc. Cada personaje es presentado en profundidad y algunos será imposible olvidarlos por el resto de nuestras vidas.

Quisiera contarles muchas de esas escenas que cautivan a cualquier lector, pero leer esas escenas personalmente, es el premio de nuestra paciencia y de nuestro esfuerzo por leer este gigantesco libro. Atrévete, inténtalo y descubre las maravillas que te podrá ofrecer esta obra literaria. La única advertencia que diré es que el final te parte el alma y te deja varias semanas consternado; no diré más, el resto es mejor que lo descubra cada uno.

Me encantó, me fascino, no sé si lo volvería a leer por su extensión, pero no cambiaría ni un minuto de tiempo que he usado para leer este libro. Ha valido la pena cada segundo y me siento muy orgulloso por este gran logro que es terminar Los Miserables. Adicionalmente, declaro que personalmente el resultado de leer Los Miserables, ha sido perder el miedo a leer cualquier tipo de texto. Si ya leí Los Miserables puedo leer lo que sea. Libro súper recomendado.